El Creador nos ha hecho a todos depositarios de dones, de facultades y de talentos que debemos cultivar. Diréis que supone mucho trabajo y esfuerzo que quizás los demás no reconocerán.
Pero ¿por qué dar tanta importancia a que vuestros talentos sean reconocidos? Dios, que os dio estas riquezas, ve lo que construís con ellas, y no es razonable hacer que vuestro desarrollo dependa de la opinión de los demás.
Sólo debe importar su opinión, la de vuestro Creador.Mirad lo que sucede con las personas famosas. Un día, todos tienen su mirada fija en ellos, y algún tiempo más tarde caen en el olvido…
Un día se les pone por las nubes, y algún tiempo después son asesinados. Algunas veces incluso ambas cosas se producen al mismo tiempo: mientras unos les admiran y glorifican, los otros les cortan en pedazos.
Y entonces, ¿en qué estado terminarán si no saben aferrarse a algo sólido y estable en su
interior?
"Omraam Mikhaël Aïvanhov
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