Jeshua a través
de Pamela Kribbe
Queridos amigos,
A medida que me acerco a
ustedes hoy y comparto mi energía, me lleno de alegría. Yo comparto mi energía
con ustedes, pero ustedes también la están compartiendo. Su luz brilla y
resplandece sobre el mundo, aunque ustedes no siempre se den cuenta de esto.
Ustedes están marcando la diferencia sobre la Tierra, aquí y ahora, en esta
época en la que tantas cosas están cambiando.
En este punto del tiempo hay
un estallido de Luz. La conciencia está evolucionando sobre la Tierra e incita a
la oscuridad a salir de su lugar oculto. Trae a la superficie mucho de lo viejo
y corrompido, para que todos lo vean. Esta es la razón de por qué aparece tan
contradictoria en sus manifestaciones. La conciencia crece, pero puede llegar a
ponerse más oscuro antes de que la Luz gane una posición firme y verdaderamente
brille en su mundo.
Ustedes son los que mueven lo
viejo a la superficie, lo fuerzan a exponerse por medio de su conciencia, por
medio de su Luz. Esta es la razón por la que ustedes se sienten llamados, esto
es lo que ustedes son. Ustedes son trabajadores de la luz. Ustedes son
almas que sienten profundamente una misión; son movidos por un llamado que se
agarró de mí también durante mi vida en la Tierra.
Muchos de ustedes fueron mis
seguidores en aquél entonces, o mejor dicho, seguidores de la enseñanza y de la
energía que yo difundí.
Yo soy su corazón, yo soy su
alma. Yo no soy sólo aquél ser humano quien una vez vivió en la Tierra y quien
ahora está regresando a ustedes. Yo vengo aquí ante ustedes como la expresión de
la energía Crística: su supra alma, la energía que los enlaza a
ustedes, que es su fuente y origen. Es un campo de energía que ahora se está
acercando más y más hacia la Tierra, tocando los corazones de muchas personas y
afectando sus emociones.
Esta ola de Luz genera mucha
confusión en las personas que no están preparadas para el cambio. Ellos se
sienten inseguros, experimentan una falta de significado en sus vidas, y no
saben cómo tratar con estas emociones confusas. Y ustedes son aquellos en la
Tierra quienes están aquí para irradiar Luz a estas personas. Ustedes son los
pioneros, ustedes son los maestros de esta Nueva Era.
Ahora ustedes pueden
preguntarse: ¿estoy preparado para hacer esto? ¿Cómo debería empezar? ¿Cómo
irradio o expreso mi Luz? La respuesta es más simple de lo que ustedes piensan:
ustedes ya lo están haciendo. Ustedes están haciendo lo que vinieron a hacer.
Una de las razones por las
que tienen tantas dudas acerca de ustedes mismos es que ustedes temen enfrentar
su propia grandeza. En su vida diaria, aún albergan un montón de pensamientos
negativos y emociones acerca de ustedes mismos que les hacen preguntarse:
“¿puedo yo realmente estar anclado y arraigado en este lugar llamado Tierra,
estoy realmente en casa aquí? ¿Cumplo yo verdaderamente mi misión aquí?”
Y yo
les estoy diciendo: especialmente cuando se ven desafiados por el miedo, la
desesperación o la tristeza, ustedes son capaces de cumplir su misión. Porque
justo ahí es donde su Luz más se necesita. Nadie está mejor equipado que ustedes
para sanar su dolor interior. Al iluminar su propia oscuridad interior, con amor
y compasión, están mostrando un ejemplo de trabajo de luz que irradia hacia
afuera hacia los demás y los alienta a ellos a iluminarse.
Ustedes son viejos y vienen
de lejos. Se están acercando a la consumación de un ciclo de vidas. Y ahora, al
final de este ciclo, su energía se ha vuelto tierna, llena de compasión y de
sabiduría. Pero ustedes también han llegado a desanimarse, y de vez en cuando se
deprimen, cuando miran el estado de la madre Tierra, esta hermosa creación de
los reinos vegetal, animal y humano, que podría estar tan llena de vida y
vitalidad. También, cuando observan sus relaciones con los demás, con frecuencia
sienten que algo está faltando.
Extrañan una cierta sinceridad, amor, regocijo,
conexión. Sienten nostalgia por una realidad en la cual puedan compartir esto
con los demás. Esto los angustia. Sienten dolor por el mundo. Sienten dolor por
las personas cercanas a ustedes. Sienten dolor por ustedes mismos. Ustedes
sienten nostalgia y un profundo amor por dentro que encuentran difícil de
expresar y de encarnar aquí en la Tierra.
Pero yo les digo que ustedes
están en el umbral de una Nueva Era. Tengan fe, yo estoy aquí con ustedes para
apoyarlos y alentarlos. Sin embargo son ustedes quienes cruzan la barrera, son
ustedes quienes continúan mi trabajo.
Ustedes son los Cristos de la Nueva Era.
Especialmente cuando se sienten agotados y cansados, perdiendo toda confianza,
por favor ábranse a esta nueva posibilidad, la luz que está esbozándose, y
ríndanse a ella. No traten de pelear o luchar contra sus miedos y tristezas.
Ellos están ahí –dejen que yo cuide de eso. Sientan mi energía aquí y ahora, yo
estoy con ustedes.
Yo soy
ustedes, somos uno. Permitan que la luz y el bienestar de la energía Crística
estén con ustedes y sientan cómo todos nosotros estamos conectados por este
poderoso portador de Luz. Ustedes son el Cristo de la Nueva Era.
Ahora quiero pedirles que
dirijan su atención a su parte herida, el niño interior que se ha sentido
abatido y humillado a lo largo de muchas vidas en la Tierra. Ustedes han pasado
por muchas cosas, tanto en esta vida como en otras pasadas. Es este querido niño
dentro de ustedes, físicamente localizado en su abdomen, quien necesita cuidado
y atención. Especialmente, él necesita paciencia y confianza por parte de
ustedes. Este niño, esta parte emocional suya, no se sana inmediatamente.
Él ha
sido herido profundamente, y desde esta herida crea emociones negativas en su
vida, tales como soledad, miedo, sentimiento de abandono o de rechazo. Estas
emociones señalan sus llagas más profundas. Ni siquiera es la muerte lo que
ustedes más temen. Es la sensación de total desconexión de Dios lo que
constituye la más profunda agonía. Sentirse separado de la presencia amorosa del
Espíritu, desconectado de la luz natural y unidad de la Creación, ha creado la
carga más pesada dentro de ustedes.
Yo les estoy pidiendo que vean ese dolor
dentro de ustedes y que extiendan sus manos al niño interior herido.
Sólo imaginen que ustedes son
un ángel, un representante de los reinos de la Luz, y sientan cómo su energía de
ángel envuelve su cuerpo con un suave y cálido manto. Es una energía dorada que
los acaricia y pueden sentir cómo gira alrededor de ustedes, desde la cabeza
hasta la punta de los pies. Noten cómo unas manos doradas se extienden hacia su
abdomen, hacia el pequeño e inocente niño interior. Díganle al niño que es
bienvenido y precioso más allá de las palabras.
Díganle “hola” a ese viejo
dolor suyo y permítanle estar ahí. “Tú puedes ser parte de mi vida, no te estoy
abandonando”. Esta es la compasión que ustedes anhelan, esto es lo que los hace
sentirse completos, déjenlo ser. Sostener a su propio ser herido, no dejar que
el niño interior sufra todo él sólo, es la energía que los convierte a ustedes
en el Cristo. En su vida diaria, cada vez que ustedes se resisten a su propio
dolor, deseando poder librarse de su miedo e ira de una sola vez, maldiciéndose
a ustedes mismos por eso, están abandonando al niño interior.
Al resistirse a su
dolor, y juzgar el comportamiento que surge de él, apartan al niño de ustedes.
Ustedes dicen “yo no quiero más estar triste o enojado o temeroso, yo sólo
quiero estar feliz, por qué no puedo superarlo, me odio.” Pero el niño interior
está llorando y llamándolos, y no va a ser sanado por medio de su resistencia o
condena.
Tómense el tiempo para
sanarse. Cuando sientan resistencia, deténganse ahí mismo y siéntense. No le den
la espalda, liberen la resistencia, por el bien del niño. Quédense con su niño
herido, permitan que la energía dorada de su propio ángel lo abrace. ¡No teman
ser tan grandes! Tómense todo el tiempo y espacio que necesiten para sanarse.
Este proceso de sanación es la verdadera razón por la que eligieron esta vida en
la Tierra.
La transformación interior que están atravesando es precisamente lo
que ustedes se propusieron completar, lo que están llamados a hacer, y lo que la
Tierra está esperando.
Tengan compasión por su
dolor. Enfrenten la desolación profunda interior y díganle a esa parte suya “yo
estoy ahí para ti, yo SOY el ángel que trae Luz, yo te llevaré a la tierra
prometida. No tengas miedo, porque yo estoy de pie junto a ti, estoy de pie
detrás de ti, estoy delante de ti y estoy dentro de ti. Yo no vengo de arriba,
no vengo de abajo, vengo de tu alma. Yo soy Tu esencia”.
Ustedes se están volviendo
ángeles en la carne. Ustedes son ángeles encarnados en la materia física. Tienen
mucho para dar y compartir con la gente, pero no dejen que eso los distraiga.
Ustedes son lo primero en su vida, y siempre necesitan estar conectados a esa
parte de niño interior suya. Tan pronto como ustedes noten que sus emociones se
vuelven ingobernables, que se sienten intranquilos, tensos, ansiosos o molestos,
denle la cara inmediatamente.
Esto es más importante que cualquier otra cosa que
ustedes necesiten hacer en su vida. Incluso las otras personas están en segundo
lugar. Su vida se trata de ustedes. Ustedes sólo pueden canalizar su luz de
ángel dentro de su existencia humana, si también están dispuestos a extenderse
hacia su parte más oscura.
Dediquen tiempo y espacio
para la auto-sanación. Hagan todo lo que los ayude o los conforte, ya sea
asesoramiento espiritual, leer libros, salir a caminar o prepararse una rica
comida. Nútranse tanto a nivel espiritual como a nivel humano. Permanezcan
enfocados y tómense su tiempo. Así es como ocurre la auto-sanación. Así es como
ustedes encarnan su luz de ángel y hacen lo que vinieron a hacer a esta vida.
¡Se trata de ustedes!
Nosotros los saludamos.
Estamos aquí en gran número, ¡mucho más grande de lo que ustedes piensan! Hay
ángeles y guías rodeando a cada uno de ustedes. Ellos quieren ayudarles a que
encuentren su camino en la vida. Hay mucha ayuda para ustedes desde el cosmos,
mucho respeto y aliento.
Ustedes son quienes lo están haciendo aquí en la
Tierra, nosotros no podemos hacer esto por ustedes. Pero nosotros haremos todo
lo que podamos para enviarles alegría y consuelo. Ésta es verdaderamente una
época de transformación.
Por favor llámennos, estamos ahí para ustedes. Estamos
cruzando ese umbral juntos y parece que va a ser ¡una (Nueva) Edad Grandiosa!
© Pamela Kribbe 2007 - www.jeshua.net
Traducción: Sandra Gusella - sgusella@gmail.com / www.jeshua.net/esp
Reedición y correcciones: http://www.caminosalser.com//
Traducción: Sandra Gusella - sgusella@gmail.com / www.jeshua.net/esp
Reedición y correcciones: http://www.caminosalser.com//
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.